A partir de la base de datos de Land Matrix y sistemas de información geográfica se identificaron 120 transacciones, la competencia por el uso del suelo y los conflictos socio-ambientales potenciales en el área de ocupación de 236 comunidades indígenas y 273 pequeños productores (familias criollas).
Los resultados muestran que el 52% de las comunidades y el 75% de las familias se encuentran en un rango de conflictividad alta y muy alta.
Esta herramienta permitió identificar la conflictividad en la región y los actores con mayor vulnerabilidad al avance de las inversiones en tierras.